El impuesto de sociedades es un tributo directo que grava la renta de las empresas y otras entidades jurídicas. En España, todas las sociedades mercantiles, tanto grandes empresas como pymes y autónomos que han constituido sociedades, están sujetas a este impuesto. Este tributo es fundamental para la financiación del estado y, por ende, para el mantenimiento de los servicios públicos. Además, conocer bien cómo funciona y cómo se calcula puede marcar una gran diferencia en la gestión financiera de cualquier empresa.
¿Qué es el impuesto de sociedades?
El impuesto de sociedades es un gravamen sobre los beneficios obtenidos por las empresas durante su ejercicio fiscal. Es decir, todas las sociedades que desarrollan una actividad económica deben declarar y pagar un porcentaje de sus beneficios anuales al estado. Este impuesto se aplica a las sociedades mercantiles, asociaciones, cooperativas y cualquier otra entidad que tenga personalidad jurídica propia.
El cálculo de este impuesto se basa en los beneficios netos de la empresa, que se obtienen restando de los ingresos totales los gastos deducibles. A estos beneficios se les aplican los tipos impositivos establecidos, que varían en función del tamaño de la empresa y del tipo de actividad que realiza.
Base imponible del impuesto de sociedades
La base imponible es el importe sobre el que se aplica el tipo impositivo del impuesto de sociedades. Para determinarla, es necesario calcular el resultado contable de la empresa, que se obtiene a partir de la contabilidad financiera, y realizar una serie de ajustes fiscales.
Los ingresos y los gastos que se incluyen en el cálculo de la base imponible deben estar correctamente documentados y cumplir con la normativa fiscal. Entre los gastos deducibles, se encuentran los gastos de personal, los suministros, los gastos financieros, y las amortizaciones, entre otros.
Es crucial tener en cuenta las posibles diferencias entre el resultado contable y la base imponible, ya que algunos ingresos y gastos pueden no ser fiscalmente deducibles o estar sujetos a limitaciones.
Tipos impositivos y deducciones

Los tipos impositivos del impuesto de sociedades en España varían dependiendo del tamaño y la naturaleza de la entidad. Para las grandes empresas, el tipo general es del 25%, mientras que las pequeñas y medianas empresas (pymes) pueden beneficiarse de tipos reducidos, especialmente si están en sus primeros años de actividad.
Existen, además, una serie de deducciones y bonificaciones fiscales que las empresas pueden aplicar para reducir su cuota tributaria. Estas deducciones pueden estar relacionadas con inversiones en I+D, creación de empleo, inversiones en activos no corrientes, entre otras. Aprovechar estas deducciones es fundamental para una gestión fiscal eficiente y requiere un buen asesoramiento.
¿Cómo se calcula el impuesto de sociedades?
Calcular el impuesto de sociedades puede parecer complicado, pero vamos a desglosarlo en pasos sencillos para que sea más fácil de entender.
- Calcular los beneficios: Primero, necesitas saber cuánto dinero ganó tu empresa durante el año, después de restar todos los gastos necesarios para su funcionamiento. Este es tu beneficio neto.
- Ajustes fiscales: A veces, hay ciertas ganancias o gastos que no se consideran a la hora de pagar impuestos. Estos ajustes se aplican para obtener la base imponible. Por ejemplo, si tu empresa tiene algún ingreso que está exento de impuestos, este se restará del beneficio neto.
- Aplicar el tipo impositivo: Una vez que tienes la base imponible, aplicas el tipo impositivo que corresponde. En España, el tipo general es del 25%, pero puede ser menor para pequeñas empresas.
- Deducciones y bonificaciones: Existen algunas deducciones y bonificaciones fiscales que pueden reducir la cantidad total que tu empresa debe pagar. Por ejemplo, inversiones en investigación y desarrollo (I+D) pueden dar derecho a deducciones.
- Calcular la cuota íntegra: Finalmente, después de aplicar todas las deducciones, obtienes la cuota íntegra, que es la cantidad total de impuestos que tu empresa debe pagar.
Vamos a verlo con un ejemplo:
- Supongamos que tu empresa ganó 100,000 euros en un año.
- Restamos 20,000 euros en gastos no deducibles, lo que nos deja con 80,000 euros de base imponible.
- Aplicamos el tipo impositivo del 25%, lo que nos da 20,000 euros.
- Si tenemos 5,000 euros en deducciones por I+D, restamos esto de los 20,000 euros, lo que nos deja con una cuota íntegra de 15,000 euros.
Este es el proceso básico para calcular el impuesto de sociedades. Si tienes cualquier duda, es recomendable contar con el apoyo de un asesor fiscal para asegurar que todo se haga correctamente y se aprovechen todas las oportunidades de ahorro fiscal.
Importancia del Impuesto de Sociedades para Empresas
El impuesto de sociedades es crucial para la correcta financiación del estado y, por lo tanto, para el mantenimiento de los servicios públicos y las infraestructuras. Para las empresas, cumplir con este tributo es una obligación legal que asegura su funcionamiento dentro de la legalidad.
Además, una correcta gestión del impuesto de sociedades puede suponer una ventaja competitiva. Con una planificación fiscal adecuada, es posible reducir la carga tributaria, aprovechando todas las deducciones y bonificaciones disponibles. Para ello, contar con un buen asesoramiento fiscal es fundamental.
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Contar con un asesor fiscal profesional no solo garantiza el cumplimiento de la normativa, sino que también puede resultar en un ahorro significativo en impuestos y una gestión financiera más eficiente. Por ello, en Mabriba, nos esforzamos por ofrecer un servicio integral que permita a nuestros clientes centrarse en su negocio, dejando en nuestras manos la gestión tributaria.